Allen Ginsberg – Un asfódelo

Oh querido dulce rosado
deseo inalcanzable
... qué triste, no hay modo
de cambiar el loco
cultivado asfódelo, la
realidad visible...

y los aterradores pétalos
de la piel - cuán inspirado
para yacer en el cuarto
de estar borracho desnudo
y soñando, en la ausencia
de electricidad...
una y otra vez comiendo la baja raíz
del asfódelo,
destino gris...

rodando en generación
sobre el sillón floreado
como en una orilla en Arden -
mi única rosa esta noche es el deleite
de mi propia desnudez.

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